Hola! Seguro que recuerdas alguna escena de cuando tú o alguno de tus amigos erais niños e intentabais asumir un reto por primera vez con la famosa frase “tú primero”. Es una situación que muchas personas han vivido, y al final la primera persona anima a la otra a dar el paso. Da ejemplo y tranquiliza a los demás. La iniciativa es otro aspecto importante del crecimiento. Si volvemos a este versículo: “haced con los demás lo que queráis que hagan con vosotros”, vemos que debemos iniciar las cosas, dar el primer paso. Otro pasaje nos dice “da y recibirás” o “recogerás lo que siembres”. Cuando establecemos relaciones, la seguridad emocional de cada persona es vital para unas relaciones sanas. Las relaciones se rompen a menudo por una ruptura emocional, y las relaciones nutridas suelen ser un barómetro de la madurez emocional y espiritual. Dios mira al corazón; en las relaciones, los motivos son importantes. El amor maduro y desinteresado no es egoísta. No podemos esperar desarrollar un crecimiento exponencial tratando de utilizar a las personas. Para ello, debemos dar ejemplo haciendo por los demás lo que nos gustaría que hicieran por nosotros y confiar en Dios para el resto. Para desarrollar el crecimiento, nuestras relaciones deben estar centradas en los demás. Debemos liberar el potencial de cada relación. El potencial de las relaciones es la liberación de lo mejor de cada uno de nosotros. No hay competencia en el Reino de Dios, cada uno tiene su propio papel, su propia función, su propia llamada y su propia visión que encaja en la visión de Dios para su Reino. Crecer según el plan de Dios implica liberar a los demás en su visión, en su vocación, ayudándoles a revelar lo mejor de sí mismos. ¿Cómo podemos hacerlo? ¡Dando ejemplo! No siempre es fácil dar ejemplo, a menudo lleva tiempo, pero tenemos que estar dispuestos a amar a los demás yendo más allá de las diferencias, las culturas, las circunstancias… ¡más allá de nuestros propios límites! ¡Atrévete a dar el primer paso hacia los demás! El crecimiento es relacional, tus iniciativas te llevarán a ir más allá de tus límites, tus relaciones las transformarás en una palanca para tu progreso. Aunque lo más difícil de las relaciones es que a menudo nos enfrentan a nuestras debilidades. ¡La mejor forma de cambiar es enfrentarse a la realidad! Cada iniciativa y cada primer paso de obediencia te llevarán a niveles superiores. La próxima vez veremos cómo desarrollar estratégicamente nuestro crecimiento a partir de nuestras debilidades, un enfoque que te ayudará a cambiar tu perspectiva sobre las debilidades y a aprender a utilizarlas como trampolín. En nuestro próximo boletín, analizaremos juntos el círculo de relaciones esencial para el liderazgo.
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Hasta pronto, ¡eres maravilloso! Joachim Fontaine Coach | Consultor | Formador